Un miércoles cualquiera en la ciudad de Reykjavík, como el de hoy, justo antes del mediodía...uno se pregunta por la fauna que habita en el lago de la ciudad en esos momentos...por aquello de la migración de las aves, por si ha venido ya alguna especie avanzándose a la primavera...Pues bien, a tres grados de temperatura, sorprende ver cómo entre la fauna autóctona que podemos encontrar en el lago (de hasta más de 40 especies diferentes), también hay otra que de forma transeunte se ha dejado seducir por sus semi-gélidas aguas: las personas. Inconsciencia o atrevimiento, en la foto se advierten dos figuras humanas que se dirigen al centro del lago (de los que imaginamos que no habrán comprobado el termómetro antes de iniciar su periplo en busca de la foto). No hay problema, la profundidad del lago (apenas 50 cm), sólo serviría para darse un ligero chapuzón y para poder decir que uno se ha remojado en aguas semi-gélidas en Reykjavík.
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